Sería increíble que un solo producto sea apto y se pueda adecuar a todos los consumidores sin hacerle cambios de ningún tipo, pero la realidad es que debes tener claro a qué tipo de mercado le estás vendiendo y como se lo ofreces.
Para ello lo primero que debes hacer es segmentar tu mercado. La segmentación es una división de los clientes que pudieras tener en grupos más pequeños o individualizados a base de sus necesidades, características y comportamientos.
En otras palabras, ¿Qué significa esto? Imagina que sales con tus amigos y recorren una tienda departamental ¿Todos compran lo mismo?
Te aseguro a que no, ya que cada uno de tus amigos tienen gustos, preferencias, tallas y presupuestos diferentes. Tal vez les guste la misma marca pero cada quien elige un estilo de prenda u objeto acorde a sus necesidades. Esa misma marca que le gustó a varios tuvo que aplicar una estrategia de segmentación diferente para cada producto o línea de productos que lanzó y simplemente tener mayor alcance de mercado.
Para aprender a hacer esta división mejor, toma en cuenta lo siguiente:
¿Quién necesita mi producto?
¿Quién lo comprará o pagará?
¿Quién lo usará?
¿Cuánto estarán dispuestos a pagar?
¿Dónde se ubican las personas que compran mi producto?
¿Para qué edad es apto mi producto?
¿Qué estilo de vida o comportamiento tienen?
¿Qué necesidad cubre?
¿Qué funciones tiene?
¿Cuál es el elemento que lo hace diferente a los demás?
Respondiendo estas preguntas básicas podrás definir mejor tu mercado y los clientes a los que de verdad deseas llegar. Un dato importante es que debes saber que existen más tipos de segmentación; Si quieres conocerlos, síguenos en nuestras redes sociales para descubrir cuales son...